Este pasado sábado día 26 de Mayo hemos disfrutado de la compañía de la Asociación Cultural Dulce-Mar de Madrid, guiándoles en la visita que tenían programada por los pueblos de la Arquitectura Negra de la Sierra Norte de Guadalajara.
Este recóndito rincón de la Sierra en donde se puede apreciar la esencia de la historia, del paso de los años, de la adaptación del hombre a la naturaleza, supone en cada visita un imponente descubrimiento para quienes acuden a conocer estas tierras.
El aislamiento, la incomunicación, el clima y la orografía del paisaje han supuesto una vida difícil para los habitantes de estos pueblos, que tuvieron que adaptarse a estas circunstancias. El mejor ejemplo lo tenemos en su arquitectura, totalmente adaptada y mimetizada en muchos casos con el medio en el que se desarrolla. De verdad, una visita que merece la pena no perderse, descubriendo no solo la arquitectura de pizarra de sus construcciones y su belleza estética, si no también su valor histórico, cultural y artístico, así como las formas de vida tradicionales en la comarca y su historia, el despoblamiento al que se ha visto sometido esta zona, etc... llegando así a comprender mejor lo que hoy nos encontramos y poder otorgarle el valor que se merece.
En esta visita nos encontramos con el grupo de la Asociación Dulce-Mar a las 10.00 h en Tamajón y tras tomar un café y estirar las piernas nos montamos en el autobús rumbo a nuestra primera parada en la Ermita de los Enebrales, en la misma población. Tras hacer una introducción al territorio y al itinerario programado, nos dirigimos a la pintoresca población de Majaelrayo.
Ermita de los Enbrales (Tamajón)
Para la mayoría de los excursionistas supone una sorpresa encontrarse la maravilla que tienen delante de sus ojos. Y tan solo a escasa hora y media de Madrid!!! Una vez recorremos el pueblo y comentamos algunas de las construcciones típicas, volvemos a subir al autobús con rumbo, siempre bajo la mirada del Pico Ocejón, a Campillo de Ranas, otro de los pueblos que no nos podíamos perder. Aquí visitamos la iglesia y el reloj de sol, así como otras de las construcciones de viviendas o auxiliares del pueblo. En todas ellas nos encontramos la constante de su estructura, ya sea construcción destinada a vivienda, casillos, tainas, lavaderos... en una mezcla contradictoria de absoluto cuidado y abandono.
El grupo entrando en Campillo de Ranas. Al fondo el Ocejón
Reloj de Sol (Campillo de Ranas)
Campillo de Ranas
Después de que algún integrante del grupo hiciera alguna compra en la tienda de artesanía local, y tras cruzarnos con alguna boda, nos paramos en la auténtica localidad de El Espinar, donde se guarda a la perfección la esencia de estos Pueblos Negros.
Parada obligatoria a las 14.00 en Campillejo para comer en el Restaurante, vuelta por el pueblo con foto incluida y sobre las 16.30, camino de vuelta a Tamajón.
El Espinar
Foto de parte del grupo en la Iglesia de Campillejo
El grupo me deja en Tamajón al filo de las cinco de la tarde y Ángel, con buen criterio, decide pasear con algunos voluntarios por los enebrales de Tamajón y su Ciudad Encantada para bajar la copiosa comida, mientras otros deciden descansar de la intensa mañana tomando un café en alguno de los bares de esta localidad.
Para mi ha sido un placer acompañaros en esta excursión y poder mostrar algunas de las múltiples maravillas de la comarca de la Sierra Norte de Guadalajara. Espero que podamos coincidir en alguna otra jornada. Ya sabéis donde estamos.
Una abrazo amigos y hasta la próxima.
